La ansiedad NO patológica
- FUNDACIÓN MAS FAMILIA
- 3 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Ángela Peláez es médico general y trabaja en una clínica privada de Barranquilla. Está haciendo telemedicina por ser población de riesgo, ya que está embarazada. En alguno de estos días de confinamiento, se puso a pensar que tal vez enloquecía, pues lograba identificar en sí misma todos los síntomas de ansiedad, tales como temblores, incapacidad de hablar a su hija y esposo sin contestar de manera inadecuada, temor permanente por el futuro y una serie de ideas negativas que no correspondían completamente a su realidad.
Después de atender a un paciente por videollamada con síntomas completamente iguales a los suyos, se sintió identificada y se dio cuenta que los síntomas sólo son algo transitorio, pues hoy por hoy padecer esos síntomas va más allá de indicadores patológicos de salud mental y son sólo reacciones.
La vida le ha dado la oportunidad de ver algo diferente en esta situación y es la sonrisa de su hija Juanita, con quien no compartía tanto tiempo desde que nació, hace 4 años. Ella le dijo después del cuento de buenas noches: Mami, lo mejor de todo en esta cuarentena es que estás todos los días aquí conmigo, aunque también extraño a mis amigos del cole.
A pesar de que Ángela lloró amargamente las noches anteriores por estar asustada y ansiosa frente a la situación actual, esta noche fue diferente: sonrió por tener la oportunidad de ver con agradecimiento lo que para muchos puede ser una completa tragedia.
Tips de MAS familia (Psicóloga especialista en familia):
1. Sal del Run run de pensamientos rumiantes, normalmente no nos detenemos en cada uno, sino que la situación nos abruma en general. Ve al punto anterior y resuelve cada uno de ellos, ya que estas son distorsiones cognitivas.
2. Cuidado con los pensamientos catastróficos: Haz un auto-registro de malas imágenes que llegan a tu mente. Cuestiónalas, piensa en las probabilidades que tienen de suceder realmente, luego identifica las emociones que te produce pensar en eso. Imagínate ir a la calle cada día con un paraguas sin que estemos en época de lluvia, esa es la misma lógica de los pensamientos catastróficos presentes en la ansiedad.
3. Enumera los aspectos positivos de la situación. Ángela logró identificarlos ¿Puedes llevarlo a tu vida?
4. Está bien pedir ayuda: exteriorizar tus emociones y ponerlas en palabras disminuye la ansiedad. Siempre hay personas idóneas dispuestas a orientarte y que pongas en práctica algunas pautas que te harán sobrellevar la situación de mejor manera.
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